Sadako Rising llega a DbD

La carne se descompone, pero el mal perdura. El cuerpo de Sadako puede permanecer sumergido, pero el alcance de su furia proyecta una larga sombra. Incluso aquellos que logran eludir su maldición cambian para siempre, perseguidos por su encuentro con el Onryō.

Se suponía que su vida terminaría cuando la empujaron al pozo. Aislada de la luz, sumergida en agua estancada… Sadako y su ira estaban destinadas a desvanecerse de la memoria. Sin embargo, la oscuridad de su turbia prisión no podía compararse con las profundidades de su malevolencia. Incluso cuando su cuerpo se descompuso, su maldición se hizo más fuerte.

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