Cookie Cutter
23/02/2024 - 20:10Subcult Joint nos ha brindado una excusa perfecta para jugar Metroidvanias con Cookie Cutter, un título que cumple con todo lo que se esperaría de este tipo de juegos. Visualmente es una maravilla, la jugabilidad muy divertida, el combate espectacular y, aunque a veces puede resultar frustrante debido al sistema de parry, no empaña una experiencia de juego estupenda que ofrece una genial aventura.
Cookie Cutter nos lleva a un mundo distópico en el que la humanidad ha sobrepasado la debilidad de la carne y logrando aquello con lo que muchos mortales sueñan: pasar la consciencia de un ser vivo a un androide. Pero como la avaricia es un pecado humano que suele hacerse presente con más frecuencia de la que gustaría, el sueño se transforma en una pesadilla. La utopía de la vida eterna esconde tras de sí un complejo plan perpetrado por la organización INFONET para formar obreros perfectos e incansables, condenados a trabajar por siempre.
La aventura comienza doscientos años después de dichos sucesos y gira en torno a la Doctora Shinji y a Cherry, nuestra protagonista, una androide creada por ella misma con la cual entabla una estrecha relación afectiva. Pero la desgracia toca a la puerta y en medio de una violenta secuencia, la malvada corporación INFONET termina por secuestrar a la doctora. Será entonces que, con el objetivo de rescatar a su enamorada, Cherry de inicio a una sangrienta e implacable cruzada. Una impulsada por el amor y motivada por su furia.
El otro aspecto extremadamente disfrutable de la aventura es la jugabilidad. Nuestras andanzas nos llevarán a explorar los post-apocalípticos entornos de lo que se conoce como la Megaestructura. Dicho de otro modo, se trata de un conjunto de zonas en decadencia, repletas de peligrosas criaturas tanto vivientes como robóticas. Para navegar por estos sitios, Cookie Cutter nos brinda un modesto repertorio de habilidades de exploración, desde el icónico doble salto, hasta herramientas de combate que servirán para abrirnos paso por puertas o bloqueos.
El combate es, sin lugar a dudas, la estrella de un espectáculo de sangre y vísceras. Al principio sólo contaremos con nuestros propios puños y pies. Si bien no causan mucho daño, mediante ellos podremos generar el vacío indispensable para hacer uso del destructor arsenal de Cherry. Dicho recurso podría traducirse como el maná o la energía, que también emplearemos para curarnos de manera gradual mientras mantengamos presionado el botón asignado. Esto presenta un desafío adicional en medio de los combates, ya que al no ser instantáneo nos pueden moler a palos mientras intentamos recuperar salud.
Para solventar el tema de la curación el juego nos permite hacer uso del famoso ‘parry‘ (o desvío) el cual nos permite evitar el daño por completo si es que logramos al sincronizar nuestra defensa con el ataque enemigo. Al realizarlo exitosamente, además de recuperar salud, Cherry ejecutará un espectacular finisher con el que pulverizará a sus enemigos.
Además de las armas, Cherry también cuenta con un sistema de mejoras para su cuerpo androide. Eventualmente podremos equipar y modificar diferentes piezas haciendo uso de una serie de estaciones desperdigadas por el mapa, las cuales también sirven de teletransportador. Los componentes otorgan desde bonificaciones de salud hasta saltos adicionales, pero requieren de ranuras de energía que podremos encontrar explorando. Esto resulta ser el incentivo perfecto para fisgonear por los recovecos de los mapas, ya que descubrir cuartos secretos es sumamente gratificante. Tanto como hacer crecer en poder a nuestra robot con las recompensas obtenidas.
Cookie Cutter nos ofrece un apartado visual dibujado a mano y estilizado de manera caricaturesca, irradiando un carisma algo grotesco, empapado de tonalidades carmesí. El diseño de personajes está muy apegado a la ambientación, empezando por el de Cherry que es muy agradable, pasando por numerosos y variados NPC que dan algo de vida a un mundo que pasa de colorido a lúgubre en un pestañeo. Los entornos están decorados por posters y grafitis que añaden un toque único a la ambientación. También hay decenas de referencias a otros juegos, lo cual es un bonito detalle. Las animaciones son exquisitas, en especial la de los movimientos finales que varían dependiendo del enemigo al que se los apliquemos. Y todo envuelto con una banda sonora cañera y animada que acompaña la matanza a la perfección.
Cookie Cutter es un metroidvania muy particular, con mecánicas típicas pero divertidas, y un sistema de combate frenético, adornado por sangre y vísceras por doquier. La historia es el clásico relato de venganza, pero que se presta para el disfrute, en especial, gracias al humor que la acompaña.