Curse of the Dead Gods
27/07/2023 - 20:05Sin darnos demasiados detalles al inicio sobre la historia del juego, poco a poco vamos descubriendo que nuestra meta consiste en adentrarnos en sombríos templos antiguos repletos de tesoros, trampas y enemigos, siendo necesario acabar con algunas deidades que los custodian. Un camino para nada sencillo como suele ser habitual en los roguelikes, aunque es necesario afirmar que en este caso la dificultad no es tan desmedida como sucede en otros juegos similares, siendo un título más accesible dentro de lo que cabe.
Desde una perspectiva isométrica tenemos que ir atravesando las diferentes estancias del templo que, como hemos dicho, se encuentran habitualmente envueltas en sombras. Por eso mismo la antorcha que puede portar el protagonista en todo momento se convierte en un objeto completamente imprescindible por dos motivos principales:
- Su utilidad más básica es alumbrar el camino que, en muchas ocasiones está repleto de trampas que seguramente nos "comeríamos" si no fuera por la luz que desprende la antorcha.
- Su utilidad a la hora de enfrentarnos a los adversarios es clave dado que, por un lado, nos sirve para encender ciertos puntos de luz y, por otro, hay que tener en cuenta que siempre que estemos a oscuras el daño infligido por parte de los enemigos aumentará. Pero claro, esto supone un problema, dado que cuando tenemos equipada la antorcha no podemos usar nuestras armas principales, creando siempre un dilema bastante interesante a la hora de priorizar nuestras acciones y movimientos.
A esta mecánica tan llamativa se une otra igual de trascendente que tiene que ver con la corrupción que va consumiendo a nuestro protagonista. Cuanto más tiempo pasa dentro de las salas del templo de turno, más corrupción va contaminando al protagonista… hasta que se vuelve maldito del todo, momento en el cual es penalizado en aspectos aleatorios.
A medida que atravesamos salas, el protagonista sufre las consecuencias de la maldición del templo… hasta que llega un momento que es consumido por ella. ¿Y qué sucede entonces? Pues que, de manera aleatoria, una maldición condiciona los atributos del protagonista, complicando todavía más las cosas… pero añadiendo un toque de frescura muy llamativo. Evidentemente, el tema del looteo y la mejora de las aptitudes del personaje también está muy presente. Tenemos tres huecos en el inventario para alojar diferentes objetos y armas que podemos ir obteniendo y escogiendo como deseemos. Un arsenal bastante amplio que se combina a la perfección con el notable sistema de combate que ostenta el título.
Está claro que varias de las ideas que pone sobre la mesa esta producción están basadas en otros juegos similares, pero también es cierto que a pesar de eso se las apaña para retener cierta personalidad y, lo más importante, para gozar de una jugabilidad más que atractiva.