F.I.S.T.: Forged In Shadow Torch

F.I.S.T.: Forged In Shadow Torch es un juego con estética dieselpunk que se desarrolla en un universo con animales antropomórficos y nos presenta a Rayton, un conejo de armas tomar equipado con una armadura cibernética que cuenta con un gran puño capaz de machacar a los rivales que se van a cruzar en el camino.

La historia de la rebelión que se desarrolla en el juego no es lo más interesante del juego. Un evento concreto obligará a Rayton a volver a la acción para luchar contra quienes han ocupado Torch City, una distopía de estilo ligeramente futurista con neón, suciedad y alta densidad de población.

F.I.S.T.: Forged In Shadow Torch no busca ofrecer, en lo que se refiere a los aspectos jugables, nada extraordinario fuera del género metroidvania, que ya está muy trillado, así que podemos encontrar todo lo que hace grande a estos juegos y gusta tanto a los jugadores: mapas laberínticos que dan la posibilidad de explorar distintas rutas, algunos puntos inaccesibles hasta que se consigue algún tipo de habilidad o ataque y un sistema de progreso para ir mejorando a Rayton a nuestro gusto. El mérito de este título no es tanto innovar sino hacer bien lo que se propone.

F.I.S.T. cumple con todo lo anterior y lo acompaña de un buen sistema de combate 2D, rápido y ágil al que solamente se le puede reprochar que es un poco limitado al principio. Pero esto cambia a medida que avanzamos y conseguimos desbloquear nuevos ataques que dan lugar a más maneras de machacar a los enemigos. El sistema de control es bastante sencillo, cosa que es de agradecer. Una cosa que hay que tener en cuenta es evitar el daño gratuito.

Los patrones de ataque de los enemigos son suficientemente variados como para que necesites replantear tu estrategia dependiendo de si estos rivales lanzan proyectiles, luchan cuerpo a cuerpo o se mueven con rapidez. Como es lógico al final de cada “sección” nos tendremos que enfrentar con bosses, que pondrán a prueba todo lo aprendido.

Pero hay que decir que la ambición de F.I.S.T. es lo que hace que el juego sea realmente brillante. La ciudad termina por convertirse en la auténtica protagonista gracias a la atención al detalle, un aspecto muy vivo, la variedad de localizaciones y que da en el clavo con el movimiento fluido del personaje, tanto para el movimiento en las zonas de plataformas como para el combate, que siempre es un desafío.

No se puede negar que uno de los aspectos que más llaman la atención de F.I.S.T.: Forged In Shadow Torch es su apartado gráfico y sonoro. Está desarrollado en Unreal Engine 4 y es un espectáculo por la calidad de los escenarios, efectos y color que dan a la ciudad una atmósfera un poco agobiante. También cuenta con cinemáticas bien animadas donde podemos apreciar el modelado de los protagonistas a la perfección.

Con F.I.S.T.: Forged In Shadow Torch podemos decir que tenemos una joya jugable con un mínimo de 20 horas pero que serán muchas más si deseamos investigar todo.