OTXO
24/01/2024 - 10:45Hotline Miami, SUPERHOT o incluso Project: Downfall, son varios de los nombres que nos sonarán si nos vendrán a la mente cuando juguemos a OTXO. Se trata de un Twin stick shooter con vista cenital que hará que te enamores de él desde el primer momento. El título de Lateralis Heavy Industries (estudio de un solo desarrollador) y gracias a la ayuda de su editora Super Rare Games nos trae otro juego más donde machacar enemigos y reventar puertas.
La esencia en OTXO se basa en la adrenalina que generan sus “mazmorras”. ¿Os suena John Whick? Lo cierto es que el personaje representado por Keanu Reaves, nunca ha tenido un juego que le haga justicia, si recordamos en el pasado, con el lanzamiento de John Wick 3: Operación Parabellum vimos dar a luz a John Wick Hex, una especie de X-COM con el hombre del saco como protagonista.
Pues bien, en OTXO no encarnamos a John Wick (pero como si lo hiciésemos), sino que tomaremos el control de OTXO, una bestia rabiosa, violenta y desvalida. En la búsqueda de nuestra amada deberemos a hacer frente a todo tipo de males que encontramos en la mansión cambiante. No recordamos nuestro nombre, ni siquiera sabemos cómo llegamos a la mansión y al morir nuestra historia se reiniciará, volveremos a comenzar en la playa frente a las puertas de la luminosa mansión que tiene atrapada a nuestra chica. La trama es simple, pero pronto aparecerán personajes secundarios que irán desgranando poco a poco la historia mientras progresamos por sus cientos de salas.
Estamos ante un roguelite, género que suele tener dos valores muy importantes: el primero es la muerte permanente y el segundo es la generación procedural de niveles. Pero lo cierto es que OTXO es mucho más, ya que desde el principio podemos personalizar nuestra experiencia, decidiendo qué armas podemos usar e incluso hace uso de un clásico sistema de almas. Matar generará monedas que nos servirán para comprar cócteles o potenciar a nuestro personaje.
Nuestro personaje tiene una habilidad que le da la ventaja en los combates, la concentración, una especie de tiempo bala que ralentizará la acción permitiendo evitar las balas y realizar tiros más certeros. Las armas tienen munición limitada, por lo que es importante cambiar constantemente de arma. En ocasiones tienen hasta un cargador extra pero rara vez renta recargar, es mejor coger armas de los enemigos derrotados. Este brío despejando las áreas, como si un asesino en serie se tratase, nos permitirá ganar un pequeño incremento de monedas que vendrá genial para gastar en las salas de descanso, donde podremos desbloquear nuevos cócteles o incluso gastarlas en pachinkos.
El juego es simple, aunque se basa en la repetición, nuestro personaje cuenta con otra peculiaridad y es que podremos usar el entorno a nuestro favor, debido a que cuando estamos sorteando un mueble por encima, no recibiremos daño.
Es curioso ver como OTXO partiendo de una vista cenital que nos recordará desde el primer momento a la saga Hotline Miami, logra diferenciarse tanto.
Visualmente, el toque black & white le va que ni pintado para con tan pocos tonos, lograr un acabado tan puro y crudo. En este aspecto OTXO puede hacernos recordar a 12 is Better than 6, el título de Hypertrain que, al igual que hace OTXO, decidió apostar por un prometedor diseño de dibujo a mano que funciona de vicio incluso cuando la pantalla se tiñe de rojo.
En cuanto a lo sonoro, el videojuego tiene una banda sonora al más puro jazz de los 80, diseñada por el propio desarrollador, que nos permite desde el primer momento centrar nuestra atención y tratar de salir con vida de la mansión.
En definitiva, lo mismo es la primera vez que oyes hablar sobre OTXO, pero te molan los twin stick shooter, tienes que echarle un ojo. La precisión no es crucial en el juego, aunque los errores se pagarán caro y tan pronto como nos demos cuenta puede que volvamos a estar a la orilla de la mansión. Cómo llegamos a ella es todo un misterio, pero tenemos claro que hay un final.