Scorn
01/03/2024 - 20:15Durante años, un misterioso juego en primera persona llamó mucho la atención por su macabra presentación y, conforme pasó el tiempo, la expectativa creció hasta que se ubicó entre los títulos más esperados del año, o por lo menos, entre los que tienen una apariencia interesante.
Scorn, desarrollado por el estudio serbio Ebb Software y publicado por Kepler Interactive, es un juego que levantó muchísimas preguntas; por ejemplo, ¿es un juego de terror? ¿Es un walking simulador? ¿De qué va la historia? Y, sobre todo, ¿vale la pena explorar y conocer este mundo de pesadilla?
Sin lugar a dudas, lo mejor y lo más llamativo de Scorn es que ofrece una experiencia atmosférica como ninguna en la actualidad. Se puede calificar como un título artístico y, como tal, el concepto importa muchísimo y parte de la idea de que eres arrojado a un mundo desconocido y en decadencia. Es como despertar de una pesadilla que duró milenios y tener que enfrentar una realidad confusa, donde tu sentido del ser se esfumó hace mucho tiempo.
Este sentimiento sin duda se intensifica gracias al apartado visual que incluye diseños arquitectónicos inspirados en H. R. Giger, uno de los diseñadores de terror más influyentes de la historia. En igual medida, integra inspiraciones del trabajo surrealista del polaco Zdzislaw Beksiński, y su influencia es más notoria en los diseños de las fachadas de las grandes ciudadelas que se erigen monumentalmente en los alrededores. Es una amalgama surreal de arquitectura biomecánica con una poderosa sensualidad retorcida ubicada en paisajes desolados.
En lo que se refiere a la jugabilidad, las acciones concretas del juego son caminar, accionar interruptores y participar en burdos combates con armamentos supuestamente de otro mundo, que funcionan como armas de fuego de la primera mitad del XIX, mientras que el reto consiste en mantenerse con vida, y dar sentido a las extrañas máquinas biomecánicas que impiden nuestro progreso por el desconcertante laberinto.
En cuanto a la historia, hay que decir que es inexistente, por lo menos en el sentido tradicional de la palabra. Y se debe a que Scorn es un juego que va a poner a trabajar tu mente mientras intentas encontrar sentido en el mundo que te rodea, divagas sobre el origen de tu propio ser, el propósito de las máquinas y, en general, entender qué rayos es lo que pasa. Es una experiencia visual que vale la pena visitar. Evidentemente, Scorn es un performance audiovisual más que un videojuego en sí.
Scorn debe jugarse con lupa y se debe observar cada detalle, curva, cavidad, orificio y ligamento. Contemplar las máquinas e imaginar su origen o propósito es el único atisbo de historia que tendrás. Es algo entretenido y en alguna ocasión puede quitar el sueño pensar en el mundo que no tiene explicación alguna. Dicho esto, la exploración es un elemento crucial en el juego. Es parte esencial de la experiencia, de abrir los ojos en un sitio inhóspito y de pesadilla.
En conclusión, debéis jugar Scorn, pero armaos de paciencia y muchísima curiosidad y capacidad de asombro. Se trata de un concepto bien logrado, diseñado macabramente y adornado con una presentación visual memorable, pulida y escalofriante.