West of Dead

21/07/2025 - 13:20



West of Dead es un título que toma dos conceptos ya de por sí potentes —el western clásico y la acción sobrenatural— y los funde en una experiencia intensa de acción táctica y tiroteos con coberturas. Desarrollado por Upstream Arcade y publicado por Raw Fury, este shooter isométrico con mecánicas roguelike destaca por su ambientación oscura, su estilo artístico cel shading y la voz inconfundible de Ron Perlman como narrador y protagonista.

Nos encontramos ante un juego que no se limita a disparar por disparar, sino que exige precisión, posicionamiento y sangre fría. En un Purgatorio del viejo oeste donde las almas errantes no descansan y la violencia es la única ley, tú eres William Mason, un pistolero resucitado sin recuerdos, obligado a abrirse paso a través de una espiral de muerte y redención.

Jugabilidad: coberturas, timing y decisiones letales

La mecánica principal de West of Dead se basa en un sistema de tiroteos con coberturas en tiempo real. Cada enfrentamiento es una coreografía mortal en la que moverse correctamente, usar el entorno y disparar en el momento justo marcan la diferencia entre seguir vivo o caer… y volver a empezar desde cero.

La cámara isométrica permite una vista clara del campo de batalla, y el ritmo del juego está pensado para premiar la cautela. Las coberturas no son invencibles y los enemigos no dudan en flanquearte o lanzarte explosivos, por lo que es vital moverse con agilidad. A diferencia de otros shooters, aquí el gunplay no es frenético, sino táctico, casi como una partida de ajedrez con escopetas y revólveres.

El arsenal es variado: desde pistolas dobles hasta rifles, escopetas, explosivos, trampas y objetos especiales que alteran las reglas del combate. Cada arma tiene su propia cadencia, daño y tipo de uso, lo que te obliga a cambiar de estilo según las circunstancias. También hay habilidades y mejoras que puedes desbloquear con "pecados", la moneda que acumulas en cada run.

Al tratarse de un roguelike, morir forma parte del aprendizaje. Cada nueva partida genera mapas diferentes, enemigos colocados en lugares inesperados y armas que no siempre son las mismas. Esto obliga a adaptarse constantemente y convierte cada intento en una experiencia fresca.

Narrativa: redención, muerte y misterio en el Purgatorio

La historia de West of Dead no se cuenta con cinemáticas grandilocuentes, sino con monólogos, fragmentos de memoria y una atmósfera cargada de simbolismo. Encarnas a William Mason, una figura espectral con calavera en llamas que despierta sin recuerdos en el Purgatorio, una tierra de nadie donde las almas se estancan por sus pecados o por asuntos sin resolver.

La voz grave y reflexiva de Ron Perlman, actor conocido por papeles como Hellboy o Clay Morrow en Sons of Anarchy, le da a Mason una presencia magnética. Su narración introspectiva, cargada de frases lapidarias y silencios significativos, construye una historia fragmentada que se va revelando a medida que profundizas en el mundo y avanzas por sus regiones infernales.

Más que una historia convencional, lo que ofrece el juego es un relato atmosférico y sensorial. Los encuentros con ciertos personajes, los objetos clave y los ecos del pasado componen una narrativa sobre la culpa, el castigo y la posibilidad de redención. No es necesario comprender cada detalle para sentir el peso emocional de lo que se cuenta.

Diseño visual: cómic oscuro con esencia de western maldito

Uno de los aspectos más destacados de West of Dead es su estilo visual. El uso del cel shading le da un aspecto de cómic en movimiento, con contrastes marcados entre luces y sombras, tonos rojizos, amarillos y negros que evocan tanto el fuego del infierno como el atardecer del desierto.

Cada escenario —desde pueblos fantasmas hasta criptas y cementerios— está cuidadosamente diseñado para transmitir tensión y desesperanza. Las zonas oscuras solo se iluminan cuando tú mismo las revelas con lámparas o disparos, lo que no solo sirve para generar atmósfera, sino que también tiene implicaciones jugables: muchos enemigos están ocultos en la penumbra hasta que activas una fuente de luz.

El diseño de los enemigos también es digno de mención. Criaturas espectrales, bandidos zombificados, monstruos incorpóreos y figuras grotescas que parecen salidas de un cómic de Hellblazer o Preacher. Todo respira ese aire de “western sobrenatural” que mezcla lo clásico con lo demoníaco.

Apartado sonoro: voz de leyenda, ecos del purgatorio y balas que cantan

Además de su estilo visual, West of Dead sobresale por su apartado sonoro. Como ya mencionamos, la voz de Ron Perlman no solo actúa como narrador, sino que define al protagonista con una intensidad pocas veces vista en juegos independientes. Su tono melancólico y rudo transmite la sensación de estar atrapado en una historia escrita por la muerte.

La música acompaña con una mezcla de guitarras acústicas, armónicas y acordes lentos que evocan soledad, polvo y peligro. Cuando estalla un tiroteo, la música sube en intensidad con riffs western más acelerados, pero sin llegar nunca a lo estridente. El ritmo del juego y el de la música están perfectamente sincronizados.

Los efectos de sonido también merecen mención. El chasquido de los revólveres, los casquillos cayendo, el crujido de las puertas viejas y los gemidos de los enemigos crean un ambiente inmersivo y opresivo. Cada bala tiene peso y cada recarga suena como una sentencia.

Progresión y dificultad: aprende del fracaso, dispara mejor la próxima vez

Como buen roguelike, West of Dead castiga los errores con muerte inmediata, pero recompensa la constancia. Cada partida te permite reunir "pecados" y desbloquear nuevas armas, habilidades o mejoras permanentes para futuras runs. Esto mitiga la frustración del fracaso, ya que siempre hay una sensación de progreso.

La curva de dificultad es exigente pero justa. Aprender a leer el mapa, usar bien las coberturas y dominar los tiempos de recarga y disparo es esencial. No se trata solo de reflejos, sino de estrategia y memoria muscular.

Conforme avanzas, los enemigos se vuelven más duros, las arenas más cerradas y las emboscadas más crueles. Sin embargo, también te vuelves más competente. Cada run es más largo, más preciso y más letal. Y eso se siente muy satisfactorio.

Conclusión: una experiencia atmosférica, intensa y diferente

West of Dead no es un juego para todo el mundo, pero para los amantes de la acción táctica, los roguelikes y las ambientaciones oscuras, es una joya imperdible. Con su sistema de combate pausado pero brutal, su diseño visual único y su potente ambientación, ofrece una experiencia intensa, desafiante y muy inmersiva.

Aunque puede resultar repetitivo para quienes buscan una narrativa lineal o más variedad de escenarios, su fuerte personalidad y rejugabilidad compensan con creces. Es uno de esos juegos que no destacan por ser los más grandes o complejos, sino por saber exactamente lo que quieren ser… y ejecutarlo con estilo.

¿Te ha gustado?

Escribe un comentario:
Ups… Todavía no has jugado más de dos horas a este juego.
Para publicar una reseña sobre este juego te tienes que echar un vicio más largo… Por lo menos 2 horas.

Etiquetas: