Worms Rumble
17/05/2024 - 10:35Con Worms Rumble, la mítica franquicia deja atrás sus batallas por turnos y se lanza de cabeza a la acción.
Ya han pasado más de 25 años desde que el legendario Worms enganchara a jugadores de todas las plataformas con sus cómicas batallas por turnos. La Granada Sagrada, la oveja explosiva o la bomba plátano ya son armas que colocan una sonrisa en la cara de los más jugones solo con nombrarlas. A lo largo de los años, Worms ha tenido infinidad de secuelas (la última fue el interesante Worms WMD), pero siempre se habían basado en el combate por turnos... Hasta su última entrega en la que Team 17 se suma a la moda de los Battle Royale.
El concepto base es el mismo de siempre. Controlamos a un gusano y, con el arsenal del que dispongamos, tenemos que eliminar a los demás a base de movernos por laberínticos escenarios. El gran cambio de esta entrega es que ya no hay turnos, sino que, desde que empieza la batalla, todo se desarrolla en tiempo real… un frenético tiempo real.
Por suerte, los gusanos no son tan lentos como de costumbre y se mueven bastante rápido, gracias sobre todo a un movimiento de rodar que podemos usar casi constantemente, mientras el medidor de resistencia lo permita. Además, podemos saltar y nuestro gusano se pega automáticamente a la pared más cercana, para ir escurriéndose para abajo poco a poco. Combinar esto con los típicos jetpack o cuerda ninja es la clave para moverse a toda velocidad y sorprender a los rivales.
A la hora de atacar, empezamos con un arma base (puede ser un bazooka, un revolver, etc., en función de lo que asignemos previamente), pero al explorar el mapa o eliminar rivales podemos encontrar otras armas, desde un lanzaovejas hasta un colocador de torretas). Solo podemos tener un arma principal y otra de reserva, pero también hay hueco para granadas, que pueden ser las clásicas o las sagradas, con un radio de acción mucho más amplio.
Por último, hay hueco para utilidades como el jetpack y también podemos asignarnos un objeto para recuperar salud: un botiquín o una bebida que, además, nos da algo de escudo.
Como puede haber hasta 32 gusanos en la refriega, a veces es buena idea acudir a donde haya grandes tiroteos y aprovechar la coyuntura para eliminar a los gusanos que estén más debilitados y distraídos con otro rival. Si somos nosotros los que morimos, reapareceremos después de unos segundos. Las rondas duran 8 minutos, en las que el objetivo es conseguir tantas bajas como podamos.
Esto es así en el modo Deathmatch, uno de los 3 disponibles que hay, aparte de una sesión de entrenamiento. El segundo modo es Último equipo en pie: en equipos de 3 gusanos, hemos de cooperar para eliminar a los otros equipos y, si nos matan, nuestros compañeros tienen unos segundos para revivirnos. Si no lo hacen, somos eliminados de la partida y solo podemos observar para ver cómo lo hacen nuestros compis.
El tercer modo es Último gusano en pie. Es lo mismo, pero ahora estamos solos. Si nos matan una vez, adiós muy buenas, solo nos queda observar cómo lo hacen los demás hasta que acabe el tiempo. En estos dos últimos modos, además, el escenario se va llenando poco a poco de zonas tóxicas, así que se nos estrecha el terreno de juego y se nos obliga a vernos las caras con los demás.
Worms Rumble nos tienta constantemente a seguir jugando para subir de nivel y desbloquear nuevos elementos de personalización, como más diseños para las armas, cascos, ropa, nuevas texturas para los anélidos... Y, por supuesto, vuelven los bancos de voces, tanto para los gusanos como para los locutores de las partidas. Son todos muy divertidos (nos encantan las voces sarcásticas, por ejemplo), pero solo hay disponibles en inglés, francés, alemán y chino, ni rastro de las tradicionales voces en español. Los textos si están bien traducidos, eso sí.
A nivel técnico, es un juego muy correcto, con constantes explosiones y acciones especiales en los escenarios, como gigantescos cohetes que se activan en mitad de la partida. Aunque no se cumple la tradición de destruir los escenarios poco a poco con nuestros ataques, sí que hay muchos objetos que se pueden romper para abrir nuevos caminos.
En conjunto, Worms Rumble es un Battle Royale que va al grano, que sabe lo que quiere y que lo hace sorprendentemente bien. El concepto tradicional de la saga se ha adaptado con mucha inteligencia al tiempo real y resulta tremendamente adictivo en las primeras sesiones.