Blackwake

Blackwake puede parecer, de lejos, el clon indie de Sea of Thieves, pero en realidad posee un corazón propio.

Muchas de las tareas que realizaremos a bordo de nuestro barco recordarán a las que tenemos que realizar en el título de Rare, pero al mismo tiempo se incorporan pasos, escollos, elementos de gameplay que lo quieren dotar de una personalidad más realista, pero curiosamente, no menos alocada.

En este juego nos encontraremos saltando frenética y habitualmente de la proa a la popa de nuestro barco martillo de madera en mano y ojo avizor para ejecutar las reparaciones pertinentes.

Tendremos que rellenar los cañones de pólvora (no hará falta la cuchara), después cargar las bolas de cañón y luego utilizar el atacador para presionar la bola al fondo del cañón. Ya solo nos quedará posicionarlo en su tronera y preparar el mechero.

Tareas curiosamente realistas que contrastan con otras como su sistema de curación, en el que unos tragos de Ron (si eres un feroz pirata) serán suficientes para sanar o un poquito de té en el caso de ser un vulgar hombre civilizado. Estos tragos curarán todas tus heridas y sanará tus males de amor.

Blackwake es caos en cubierta… Botellas de ron, té con vistas al caribe, Cañones, nubes de pólvora... Sables y gotas de agua salada recorriendo tus mejillas… Y lo mejor, lágrimas de risa. Un juego divertidísimo y, aún más, con amigos.

El juego cuenta con varios modos (TDM, asedio, CTB), pero el más jugado es el combate de 3vs3 de 54 jugadores repartidos como tripulantes de estos 6 barcos. En este modo los 2 bandos se enfrentarán a muerte por la victoria.

La tripulación de los barcos se compone de algunos personajes NPC que ayudan con algunas de las tareas y jugadores humanos que crean un bonito espectáculo de gente trabajando y luchando por su vida en cada partida que jugamos. Y no será nada extraño ver cuerpos volando como muñecos de trapo, convirtiendo épicos momentos de tensión en secuencias dignas del humor inglés de los Monty Python.

En resumen, un juego sin pretensiones más allá de la pura diversión. Y eso hoy en día es de agradecer. Asequible, muy divertido e ideal para estos meses de calor, lejos de la playa.