Defense Grid: The Awakening

Gracias a este título podemos decir que los aficionados a la estrategia en tiempo real están de suerte, dado que se trata de un RTS (Real-time strategy) de un subgénero que se ha ido extendiendo a lo largo los últimos años, los Tower Defense.

Aunque el primer título de esta temática fue un arcade de 1990 llamado Rampart, el que realmente popularizó este subgénero fue un juego flash del mismo nombre.

El objetivo en un Tower Defense es construir torres a lo largo de un camino a través del cual circulan una serie de monstruos controlados por la IA con el objetivo de destruir nuestra base.

Dichas torres disparan diferentes elementos como fuego para quemar, hielo para ralentizar, misiles para unidades voladoras o bombas para dañar grandes áreas. El jugador será recompensado con recursos por cada enemigo asesinado para poder construir más torres o para mejorar la cadencia de tiro, potencia y alcance de las existentes.

Bajo esta premisa, muchos son los juegos que han intentado copiar esta fórmula con más o menos fortuna…

La historia en estos juegos como podréis imaginar no es más que una excusa para defender una base y construir torres defensivas a su alrededor. Pero en esta ocasión podemos disfrutar de una Inteligencia Artificial con un humor característico que te explica a modo de voz en off el tutorial, el funcionamiento de cada torre, cómo mejorarlas, qué tipo de enemigos nuevos vamos a encontrar y otras cosas que iremos descubriendo a medida que avancemos en el juego.

En cuanto a la jugabilidad, en Defense Grid: The Awakening nos encontraremos con dos tipos de misiones: las pantallas donde el camino ya está fijado y tienes espacios a los laterales para construir, y las pantallas donde tú debes dirigir el flujo de tus enemigos extraterrestres, diseñando y rompiéndote la cabeza un poco más… Estas últimas son, a priori, las más divertidas, aunque las más difíciles, ya que los extraterrestres siempre buscan la ruta más corta y el gran espacio sin construir inicial no hará mucho a nuestro favor... Eso sí, el placer de ver a las hordas de oponentes morir impotentes ante la maraña laberíntica que has construido mientras ríes diabólicamente no tiene precio.

El punto donde más innovación podemos observar dentro de este subgénero, es en el objetivo de los adversarios. Por una vez no desean aniquilarte ni exterminar tu raza, sino que simplemente pretenden robar de tu cuartel general los núcleos, una fuente de energía de inestimable valor... No es que robarte y dejarte sin recursos para subsistir sea mucho más honrado que destruirte, pero al menos esta vez tienes la oportunidad de darles su merecido a la ida (cuando van a buscar los núcleos a tu base) y a la vuelta (cuando vuelven con ellos hacia su planeta).

Esto que a priori puede parecer que facilita el juego al usuario (ya que tienes dos oportunidades de exterminar al enemigo) es en realidad un arma de doble filo. Cuando un extraterrestre es eliminado y deja caer el núcleo robado, pueden suceder dos cosas: que la pequeña bola de energía vuelva poco a poco a nuestra base o que sea interceptada por otro rival (recordemos que van en oleadas) haciendo el efecto de un equipo de rugby con un balón intentando hacer touchdown...

La campaña principal tiene una dificultad ascendente en la que si captas rápidamente la mecánica del juego y ves qué torre va bien contra qué tipo de enemigo, podrás pasarte las pantallas sin tener que repetirlas más de una vez. Las últimas oleadas de cada ronda pueden ser desafiantes, pero a menos que hayas gastado tus recursos de una manera muy desequilibrada, ya verás que, si has ido bien el 80% de la misión, las dos últimas oleadas las superarás. Además, si te matan a mitad de misión, tienes la opción de recargar “un punto de control”, que la máquina ya se encarga de guardar automáticamente cada vez que viene un tramo complicado o un enemigo nuevo al que no te has enfrentado nunca.

El aspecto gráfico es algo que sorprende a primera vista para un juego de este estilo. Y no es para menos, porque usa el motor Gamebryo engine, el mismo usado en Oblivion, Fallout 3 y Civilization IV. Y es que el aspecto gráfico está cuidado: las torres y enemigos se verán detallados en la vista cercana y podrás distinguirlos perfectamente en la vista alejada. Los más observadores apreciarán que los enemigos, pese a venir todos por el mismo camino y en tropel, no siguen exactamente el mismo patrón y si uno de sus compañeros alienígenas está ocupando un espacio, no lo traspasará ni chocará con él, adoptando unas animaciones buenas y nada acartonadas en los giros de 90º, algo que suele doler a la vista en otros juegos del estilo…

En el apartado sonoro encontramos lo que se necesita para este juego: una melodía característica y distintiva, que sepa poner en tensión cuando hay batalla y que relaje en los descansos entre oleadas. Un detalle que me parece importante destacar es que los desarrolladores han puesto a disposición de todo el mundo la banda sonora de manera totalmente gratuita (siempre y cuando sea para uso propio y no comercial), así os podéis hacer una idea de lo que os vais a encontrar: golpes de tambor y melodías de batalla a trompeta.

Defense Grid: The Awakening es un buen Tower Defense, aporta bastantes novedades, el aspecto gráfico es sólido y tiene varios modos de juego que aportan una gran rejugabilidad.

No te lo puedes perder si eres un fan de los Tower Defense o de la estrategia en general, y si no lo eres creo que es una buena manera de iniciarse en el género ya que pocos juegos encontrarás tan completos, variados y con un aspecto gráfico tan cuidado como este.